sábado, 21 de agosto de 2010

De copas por Berlin

Son las 8:05 PM en Forum y los habitués ya se amontonan en la barra. Es que todas las noches, a partir de esa hora, este wine bar berlinés abre el corazón de su cava para que los comensales prueben vinos de Alemania, Italia, Francia, España y otras partes del globo. Por la módica suma de €2 el bebedor se hace acreedor de una copita degustación. La barra es self-service; la consigna: tome todo lo que quiera; la condición: antes de irse, pague lo que considere justo.



Noche tras noche el lugar explota con una variopinta concurrencia: hombres y mujeres disfrutando del más típico after office, desparramados en los cómodos sillones del salón devenido living colectivo; abuelos cancheros, alguna parejita, un muchacho estudiando una partitura a la luz de las velas. Todos locales, casi ningún turista. A 15 minutos de tranvía, subte o colectivo desde Alexanderplatz (el punto central de la ciudad por excelencia), Forum es un secreto muy bien guardado en una ciudad que es de por sí uno de los secretos mejor guardados de las Europas.



La cava se renueva semanalmente con un criterio que sintetiza el capricho de los dueños del bar con los vinos que resultan más exitosos a lo largo de estas jornadas. Hay para todos los gustos: blancos, tintos, rosados, espumantes e incluso diariamente se descorcha alguna sidra artesanal, que puede ser de peras, muy dulce, casi un néctar, adictiva. El bar se llena. Hay clima: suena una música exótica, inconfundible protagonismo de un sítar. Los comensales llegan hasta la barra, estudian con tranquilidad las etiquetas ofrecidas, sirven la copa hasta el tope y vuelven a lo suyo. Afuera se envalentona la ola de frío polar con la llegada de la medianoche, y la nieve se va amontonando en las calles semi desiertas.



Como no todo es beber en esta vida, Forum también pone a disposición de la muchachada una austera mesa de comestibles: tabule, ajíes a la plancha, hongos salteados con manteca y aceite de oliva, y pan de campo casero. Al igual que los vinos, el sector sólido también es self-service y a discreción, todo inlcuido en el fair pay que el comensal deberá abonar a la salida, depositando sus euros en un antiguo botellón verde que se va llenando con el correr de las horas.

Más de uno estará pensando qué negocio es ese de librar el monto de la cuenta a la generosidad de un consumidor presumiblemente etilizado. Sin embargo Forum implementa este sistema hace más de un año sin daños ni perjuicios. Raramente aparece alguien liquida media cava y trata de escabullirse con disimulo. Desconfiando de la ingenuidad de mi pregunta, el barman explica que “todos saben cuánto cuesta una copa de vino en cualquier restaurante. Confiamos en que nuestros clientes respetarán este parámetro. Es un sistema basado en el honor”.

Dirección: Fehrbelliner Str. 57, Berlin.

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